Hace ya muchos años en mi descubrimiento del África profunda
puedo empezar explicando una primera experiencia visitando el rancho
OL-Ary-Nyiro en la región Samburu de Laikipia en Kenia de la famosa naturalista
y después buena amiga Kuki Gallmann que ha dedicado su más que interesante
vida Yo soñé con África a la
protección del rinoceronte en su enorme reserva.
Cuando me recibió su director de tareas de mantenimiento en
tan extenso territorio, Murray, un joven rubio keniano de segunda generación,
hijo de cazador blanco y nieto de colono abatido por los Masaï. Murray se
inició en la caza bebiendo en la fuente del gusto por matar ejemplares de
cualquier especie, sin razón alguna, o si acaso por el simple orgullo del poder
del rifle, la bala y la pólvora, hasta que su madre le dijo a ese niño
envalentonado y altanero:
Si tanto te atrae
el mundo animal y tanto lo quieres conocer en el gusto por lo salvaje, dibújalo
en vez de eliminarlo, inmortalízalo en lugar de borrarlo del territorio,
estúdialo en vez de acabar con él y disfruta de lo que veas plasmándolo en un
papel. Ese será tu trofeo. Eso reforzará
tu potencia y tu satisfacción. Eso os dará a ambos la vitalidad para la
libertad y la razón de la existencia.
Y así lo hizo coleccionando sus cuadernos de dibujos de animales libres
y salvajes y que yo pude ver con gran satisfacción.
Quizás sea solo un ejemplo de una experiencia particular para
la verdadera protección del medio ambiente y de la diversidad animal reduciendo
a cero la eliminación indiscriminada de especies y mojando la pólvora de
cazadores y furtivos.
Es cierto que debe perseguirse el equilibrio entre el ser
humano que debe sobrevivir y desarrollarse frente a sobre poblaciones de
especies que invaden y destruyen cultivos humanos de supervivencia como
elefantes en algunas zonas y demás ejemplos, pero para eso está la inteligencia
y el poder humanos, para regular y proteger la natural convivencia.
Desde mi pretérito descubrimiento he viajado y conocido
África, he disfrutado de sus gentes y su hospitalidad entre los que se
encuentra la familia Masaï de Samwuel Turoto, socio de nuestro E-club, he
podido ayudar en la educación de unas niñas, hoy adolescentes masaï y por supuesto
he podido fijar en mi retina fotografías y escenas del maravilloso mundo animal
en libertad.
Hemos recibido un patrimonio natural y tenemos la absoluta
obligación de preservarlo y legarlo a quienes nos sucedan en las mejores
condiciones. No soy un iluso ni un soñador por lo que entiendo perfectamente la
evolución del ser humano y todo aquello que se destruye en aras al desarrollo y
tampoco podemos renunciar al crecimiento y a la tecnología lo que nos haría
volver a un pasado que pasó y al que no volveremos más que por una hecatombe
planetaria que no dejará nada, pero sí debemos mantener la lucha por hacerlo
todo compatible ya que, con sensibilidad, voluntad y esfuerzo humano, sí es
posible.
Los seres humanos merecemos vivir, pero los animales también
y ya que nosotros hemos tenido la suerte de ser como somos con nuestra
inteligencia, tenemos la obligación de proteger su vulnerabilidad en la certeza
de que sin ellos nada sería igual.
Ni nosotros.
Mariano Gomá.
Rotary E-Club Satelite Castelldefels - Medioambiente .